Esto ni siquiera existe

[O al menos no debería]

Usted logró que una noche de mis dulces 16 le gritase a Silvio Astier: “¡Yo soy la burguesita que se enamoro de vos cuando te vi pasar por la ventana ¿Es que acaso no me ves?!” Segundos más tarde me di cuenta de que no me veía, ni siquiera me oía. Esa noche estuve a punto de llorar.