Esto ni siquiera existe

[O al menos no debería]

Ella no entiende el final de las cosas, en realidad nadie lo hace pero solo ella lo admite.

No importa, entender el final es lo de menos, basta con saber que se aproxima. Y ella lo sabe.

Lanza un manotazo de ahogado y le pega… ¿A quien? A alguien a quien yo quiero… ya no sé si fue ella, puede que halla sido yo… fuimos las dos.

Impulsadas por una misma voluntad

la mía.

She’s so much of an adult and yet she’s my friend.

The only thing of a child that’s left of her is the will of being love.

A wish that has not being so well granted.

Don’t know why, she’s such a nice person

for being an adult, of course.

I guess it’s because she only exists in my head

So eventually she will fade away.

I think it’ll be soon enough

I can hardly remember her already.

Las lagrimas que debieron caer hace rato, forman ahora una burbuja en mi garganta. Mientras las agresiones y las disculpas se desbordan y chocan contra una pared invisible.

Lo que digas o puedas llegar a decir... carece de importancia.

No me queres a mi, si no a un conjunto de potenciales acciones y solo te sentis orgullosa de una proyeccion tan incosistente como tus excusas, disculpas y agresiones.

Por eso solo puedo creer en las cosas que dijiste sin darte cuenta.

Y allí yacía sin vida el cuerpo del infeliz. Con una daga en el costado y un pene de goma en la boca.

Una vez estaba yo en la librería de la dulce anciana(En realidad es un ángel disfrazado noble ancianita, le tiemblan las manos porque es muy mala mintiendo) Debía comprar “no sé que cosa” y lo vi.

En esa época yo estaba leyendo Abbadon y debo decirle que la imagen de su cuaderno amarillo, como una carpeta que no era, no abandonaba mi cabeza.
Supongo que el buen ángel, intentó salvarme de la locura y puso al cuaderno amarillo, como una carpeta que no era amarillo, sino verde, sobre un estante, a sabiendas de que yo lo vería.

Cuando mis ojos se tropezaron con el cuaderno, averigué si podía conseguir uno de color amarillo, al oír una respuesta afirmativa, abandoné el local diciendo que volvería por el cuaderno, me olvidé de comprar “no sé que cosa”, pero tenía claras intenciones de averiguar su dirección, enviarle el cuaderno, junto con una carta y confesarle en ella que creo entenderlo, etc., etc. Usted se habría interesado en mi y yo tendría un nuevo amigo.

Como era de esperarse desistí de mi plan, segundos después de haberlo elaborado. Nunca supe bien porqué.

Fui otras veces a la librería, pero nunca me lleve el cuaderno , ni lo he vuelto a ver.

Supongo que alguien más se lo llevó y lo utiliza con fines nefastos.

Sus siluetas se dibujaban en las hamacas sobre el pasto recortado. Eran niños y podrían llegar a ser felices para siempre.

Él, con sus grandes ojos negros y el cuerpo tembloroso, asía un pedacito de hoja de cuaderno con una fuerza sobrehumana en una mano y tocaba a su amada con la otra.

Ella se sonreía y sus mejillas estaban más rosadas que de costumbre.

En ese papelito estaban escritas las palabras más hermosas, pero nunca llego a destino, ese día él se guardo el papelito en el bolsillo y su plan, tan fríamente calculado se deshizo en un segundo de indecisión.

Él se quedó solo estrujando al papelito, que estaba casi disuelto por las lágrimas y amarillento por los años, en la mano que alguna vez tocó los dedos de su amada.

Ella se casó con un imbécil que no la quería y al que nunca quiso.

Él la perdió para siempre, sin haber luchado.

Ella deseaba haberlo besado en una de las tantas tardes en las hamacas.

Ambos susurran los nombres de la persona amada antes de quedarse dormidos y lloran de rabia, porque saben que han perdido todo lo que vale la pena.

It's me, Mario! (Not)

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Es probable que yo este loca.