Se sentaba todas las tardes en el tejado, veia los techos de las casas y el jardin vecino. Hasta que sentía los gritos que lo traian de vuelta a la realidad, los ignoraba por unos instantes hasta que la veia llorar y volvía a su lado para hacerla feliz, ella no gritaba, nunca gritaba, de hecho lo trataba como a un igual, hablaban o al menos lo intentaban, lo importante es que se comprendían.
Ambos sabían que esos momentos no durarían para siempre, pero así lo deseaban.
Rant
10 years ago