Sus ojos se posaron en el reloj de la plaza central, las figuras a su alrededor se movían lentamente sin prestarle atención, la chica era joven pero sin embargo no tenía ganas de nada, ni mucho menos la alegría rebosante de las jovencitas de su edad; Su unica preocupación era un dolor desgarrador que se aferraba a su espalda cada vez que una campanada resonaba, ya eran las doce y la muerte se veia como una alternativa mucho más tentadora que el dolor, cerró sus ojos intentando contener las pequeñas lagrimas cristalinas que salian sin remedio; una sucesión de recuerdos sombríos invadían su mente, volvio a abrir los ojos y sintió que su espalda ya no le dolía, ahora simplemente su carne se quemaba y unas alas de fuego surgían de su cuerpo, en un principio pequeñas, pero luego gigantes. Ese era de seguro un gran espectaculo, pero nadie le presto atención, así que resignada se elevó en los aires con la frente en alto y de espaldas a la gran ciudad, no quería mirar atras, sin embargo lo hizo, el fuego invadio la ciudad e iluminó el rostro de la joven que reia y se elevaba en los aires mientras la ciudad ardía en llamas; Lucía aún más hermosa en los cielos, pero su cuerpo había soportado ya demasiado poder para cualquier ser humano y por eso debía pagar un precio mucho más alto que el dolor del principio, la joven no era ella misma, ella nunca haría algo así aunque pudiera, sin embargo lo estaba haciendo, destrozaba todo en mil pedazos y del mundo solo quedaban cenizas, de ella solo queda una sombra incolora que cae desde la atmosfera helada hacia las llamas del infierno que ella había creado en su mente siniestra.
Su cuerpo que se retorcía de dolor se desplomó en el suelo de la plaza pasada la medianoche, todos voltearon un segundo a ver el espectaculo, sabían que había muerto pero era mejor callar e ignorar la verdad para que todo siguiera en orden y no se armaran revueltas. Para la hora del amanecer la joven ya no estaba allí, solo quedaban cenizas que flotaban arrastradas por el viento con direccion hacia el cielo. Finalmente alguien se hizo cargo del problema y arrojó una rosa seca en el lugar donde cayó el cuerpo y siguió velozmente su camino.
Esa noche sucedieron muchas cosas pero el mundo hubiese sido igual de no haber pasado nada.
Rant
10 years ago
0 ^_^:
Post a Comment